17 de septiembre de 2009

Soledad, por doquier.

Empiezo a tener una vida patética y eso no entra en ninguna etiqueta.
Mi novio se va todo el findesemana con amigos a mar del plata. En realidad ya ni siquiera es mi novio porque desde hace dos o tres meses vivimos juntos. Es mi pareja? Ay, no lo sé. Me dije que este espacio tenía que ser terapéutico y lo estoy intentando...
Mi mamá me llama, me dice un montón de cosas que no entiendo, corta y me vuelve a llamar para que no me pierda Latin American Idol. Soy una perdedora, ni siquiera en inglés. Perdedora en castellano. Perdí mi batalla contra el glamour y me gana el abandono.
La vecina de arriba va y viene con sus tacos. Sospecho que cuando llega a su departamento, para relajarse, se pone suecos de madera. Y va y viene sobre mi cabeza.
Voy a pasar todo un fin de semana sola, solita y mi alma. Con llamadas telefonicas de mamá, papá (que en estas cuestiones no se queda atrás) y la vecina taconera.
No creo que la función terapéutica esté completa, no estoy del todo calmada.
Y no me gusta dormir sola.
Estoy enojada!
Me voy a la cama a no dormir.
A que me agarren ronchas.

No hay comentarios: