28 de abril de 2010

Cuando no hay que decir...

Cuando no hay qué cosas decir mejor el silencio...
En épocas de mutismo concuerdo con esta oración. Pero luego lo pienso y me digo, no!
Prefiero que diga cosas aunque sean pavadas la gente que me interesa y no que se llene el mundo de las palabras de los ignorantes que hablan solo por hablar.
Entonces la paradoja se me hace insoportable: aquellos a los que quiero escuchar callan para no contaminar el mundo y los que no deseo escuchar despilfarran palabras dándole cada vez menos sentido al mundo.

Desearía saber de qué lado ponerme. Ojalá a alguien le interesen mis palabras y no sea puro piripipí.

Me llamo a silencio.

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